Las siglas ETF hacen referencia a los Exchange Traded Fund, los cuales son fondos que abarcan una gran cantidad de activos y cotizan como un único instrumento en la bolsa de valores. En este artículo analizaremos a profundidad las oportunidades que brindan los ETFs en el trading.
En resumen, los ETF son fondos de inversión cotizados. Esto se separa del trading con acciones o con otro tipo de activos, pues en los ETF se engloba un amplio rango de mercados de los que el trader puede realizar sus inversiones.
Los ETFs son grupos de valores que se pueden comprar o vender dentro de la Bolsa, y que al igual que los CFD replican el movimiento de los activos subyacentes incluidos dentro de su cartera.
Dentro de esta agrupación se incluye una amplia diversidad de activos, desde las acciones bursátiles tradicionales de empresas hasta instrumentos como divisas o materias primas. Además, este tipo de instrumento permite a los inversores diversificar y aprovechar el apalancamiento financiero.
Este mercado representa casi 3.000 millones de dólares en transacciones, lo que la pone al mismo nivel de la liquidez que ofrece el mercado Forex.
Más que nada, los ETF están pensados para aquellos traders que desean diversificar su portafolio, o que quieren entrar a un mercado que no dominan.
Por ejemplo, en los últimos años se ha escuchado mucho sobre la IA (Inteligencia Artificial), pero si se deseara invertir en ella no se sabría encontrar la empresa adecuada para realizar la inversión, al ser un área relativamente nueva.
Bajo esta idea, el inversor tiene la posibilidad de recurrir a un ETF Global enfocado en la Robótica y la Inteligencia Artificial, ya que será un ETF que busca beneficiarse de los avances en el desarrollo de estos ámbitos, dentro de un mercado en crecimiento.
Los ETFs se negocian desde 1993, momento en el cual comenzó el S&P SPDR, uno de los primeros. Este instrumento en sus primeros años no tuvo mucho impacto en la prensa, por lo que no logró destacar entre los inversores.
Los ETF en un primer momento se vieron impulsados por el economista Harry Markowitz. La idea de este fue introducir algún fondo cotizado en bolsa que estuviese relacionado con el índice más popular: el índice bursátil SP500.
A día de hoy, este ETF ha superado el valor de los 43.300 millones de dólares, lo que lo posiciona como uno de los 170 ETFs que existen en la actualidad, únicamente en Estados Unidos.
En 1996 debutó iShares dentro de los ETFs a nivel global. Este contenía un rango amplio de índices de zonas europeas, asiáticas y americanas, lo que lo mostró como una alternativa con una gran variedad, más de 300 ofertas.
Dicho lanzamiento provocó un efecto dominó en relación al surgimiento de nuevos ETFs a negociar y que estaban disponibles para cualquier inversor.
Así pues, el éxito de los ETF hizo que la industria encontrara la obligación de lanzar uno que estuviera específicamente ligado a alguna materia prima, por lo que a partir de 2004 se comenzó a cotizar el oro bajo el ETF Gold SPDR (GLD).
Entre las principales características de este instrumento encontramos:
En términos sencillos el “ETF apalancado” es un fondo que utiliza derivados financieros y deuda con el fin amplificar rendimientos de un índice subyacente. Estos fondos tienen como objetivo mantener una constante de apalancamiento durante el marco de tiempo de inversión, ya sea de 2: 1 o 3: 1.
Estos ETFs apalancados utilizan derivados financieros e instrumentos de deudas con el fin de amplificar los rendimientos de un índice subyacente.
Al tener una naturaleza matemática, el rendimiento de invertir en ETF en el largo plazo no necesariamente coincide con el índice que se rastrea, en especial en aquellos que están diseñados para actuar de forma inversa al índice de acciones.
Al igual que con otros instrumentos financieros, una adecuada gestión del riesgo es imprescindible. Es importante establecer un nivel de pérdidas no superior al 5-10 % del capital.
El ETF podrá negociarse mientras dure la sesión, tal cual como una acción de una empresa que cotiza en bolsa. El precio de mercado de un ETF seguramente mantendrá la línea de los valores subyacentes que replica.
A medida que el precio del ETF se desvía del valor de su activo subyacente, produce un arbitraje de mercado que alinea el precio del ETF con el valor replicado.
Los fondos cotizados en bolsa resultan ser una interesante opción de inversión. Al igual que las acciones es posible comprarlas y venderlas a tiempo real, con unas tarifas de intermediación más competitivas.
Estos se diferencian por categorías. Por ejemplo:
Además de estos existen ETFs de bonos, divisas, nuevos mercados emergentes como el de la biotecnología, etc.
Si se toma en cuenta la capitalización de mercado de más de 20 billones de dólares por parte del índice S&P 500, más del 20% se destina a acciones de tecnología. Por tanto, se considera el grupo más grande del índice general.
Los mercados, al ser cambiantes, traen nuevos productos disponibles tanto para inversores como para traders, los cuales pueden ser aprovechados en los movimientos dentro de estos nichos. Algunos ejemplos son:
Este campo de la informática consiste en la creación de máquinas inteligentes que puedan trabajar y tomar decisiones propias o asistidas.
Los ETF en relación a este sector pueden beneficiarse del potencial de desarrollo del mismo, en especial en campos como la robótica, la automatización, redes sociales, vehículos con autonomía y procesamiento del lenguaje natural.
Es común encontrar estos fondos con al menos el 25% de exposición de la cartera a compañías que se centran en la investigación de este sector como Tesla, Amazon y Alphabet.
Algunos ejemplos incluyen:
Estos son ETFs ideales para invertir en entornos de alta inflación.
Una opción interesante para traders profesionales es el SPDR Gold Shares (GLD), ya que cuenta con una fuerte liquidez y menor costo de transacción asociado a los spreads.
Si se es un inversor a largo plazo, será buena idea fijarse en el iShares Gold Trust (IAU), pues su índice de gasto anual es de 15 puntos básicos por debajo de GLD.
Estos inversores pueden encontrar operaciones a través de ETFs que incluyan los llamados REIT en Estados Unidos, es decir, el Real Estate Investment Trusts.
Los REIT son entidades que desarrollan o administran propiedades inmobiliarias con el fin de generar ingresos. Entre estos es posible encontrar REIT residenciales, comerciales, industriales o hipotecarios.
Según la ley, los REIT deben reembolsar al menor el 90% de sus ingresos imponibles cada año a sus accionistas por medio de dividendos. Los REIT están regulados en Estados Unidos por la Comisión de Bolsa y Valores.
Los inversores pueden comprar acciones en fondos mutuos o fondos cotizados en bolsa que tienen uno o varios REIT en sus carteras:
Este es el segundo mejor ETF de Estados Unidos por activos, ya que tiene más de 869.000 millones de dólares en activos bajo gestión.
El fondo Vanguard FTSE Developed Markets ETF (VEA) fue uno de los más importantes. Este tiene un rendimiento anual del 5,1% en los últimos 10 años.
Aunque muchos se centran en el índice S&P 500 a lo largo de los últimos años, muchos traders prefieren diversificar su cartera para encontrar otros mercados que quizás tengan mejor rendimiento general.
También es posible que el trader prefiera invertir en un campo que conozca, como la tecnología y el índice Nasdaq 100.
Bajo esta idea, muchos ETF rastrean el rendimiento de este índice, como por ejemplo el First Trust NASDAQ-100 Technology Index Fund (QTEC). A través de este es posible operar sobre acciones tecnológicas como las acciones de Facebook o las acciones de Apple.
Estas se componen de acciones con un rápido crecimiento en ventas y altos ratios de costo/beneficio.
Entre estas encontramos:
Uno de los objetivos al operar con ETF es buscar rentabilidad a través de los dividendos. Este dato para muchos es meramente informativo, pero no se puede tomar como un análisis aislado.
Que una empresa brinde un mayor o menor índice de ganancias/dividendos no necesariamente quiere decir que esta tendencia se repita en el próximo año.
Dicho esto, algunos de los mejores ETFs que reparten dividendos son:
Estos se centran en sectores alternativos como el financiero, energía, salud, sector aeroespacial o de defensa. Estos son los más destacados:
Si se tiene la intención de invertir para el futuro, es necesario analizar los posibles rendimientos en diferentes escenarios de inversión.
A continuación, daremos el ejemplo de cómo sería invertir en una cuenta de ahorros o de operar a través de un ETF.
Si se toma en cuenta la tasa de interés propuesta por el banco con una inversión de 1000 USD en una cuenta de ahorro simple, la cual sería del 3% anual. Es decir, al final de 40 años se tendrían alrededor de 3262,04 USD, lo que con la inflación no representaría nada.
Si en lugar de dejar solo los 1000 USD se ingresan 100 USD adicionales cada mes, en 40 años la misma cuenta bancaria tendría 95.207 USD.
Si se toma el rendimiento del mercado de valores con inversiones regulares, es decir, bajo el segundo escenario, claramente se obtienen mejores resultados.
Ahora, si recurrimos al mercado de valores para aumentar el porcentaje de ganancia anual, como puede ser el índice S&P 500, se podría obtener un rendimiento de aproximadamente el 10 % anual, según sus cifras desde 1928 hasta ahora.
Es decir, con la misma inversión inicial de 1000 USD, con una inversión regular mensual de 100 USD, bajo un interés del 10%, se tendrían alrededor de 604.720 USD al término de los mismos 40 años.
Tenga en cuenta que es un ejemplo hipotético, ya que los rendimientos pueden variar cada año. Sin embargo, se deja clara la diferencia entre ambos instrumentos.
El fondo de inversión comprende los aportes de ahorradores que ceden su gestión a un grupo profesional. Los ETF, por su parte, se compran o se venden directamente en el mercado de valores, tal como si fuera una acción.
Los fondos de inversión pueden ser de gestión activa o pasiva mientras que los ETF son de gestión pasiva.
Si se quiere operar con fondos, se debe tener en cuenta que estos tratan de superar a los índices, mientras que los ETFs buscan coincidir con las rentabilidades del índice que replican.
Otro instrumento que trabaja sobre los activos subyacentes es el denominado CFD o Contratos por Diferencia.
Un CFD es un producto apalancado de alto riesgo, mientras que el ETF generalmente replica un índice subyacente y se considera de bajo riesgo.
Los activos subyacentes se mantienen en fideicomiso bajo custodia externa en nombre del inversor. Esto minimiza el riesgo de contraparte del emisor del ETF.
Si se comparan ambos instrumentos, podemos encontrar las siguientes diferencias:
El CFD resulta ser un contrato entre el trader y el broker, el cual es posible comprar o vender a un precio inicial que se basa en un activo subyacente. Este activo se espera que logre una rentabilidad en el mercado tras movimientos favorables a la proyección del trader que abrió la operación.
Es decir, es posible operar con el CFD de las acciones de Amazon, donde el usuario no comprará la acción, sino que operará sobre la proyección de su precio, ya sea al alza o a la baja. Si la proyección es correcta la operación será favorable para el trader.
Los ETF, a su vez, suelen ser un vehículo de inversión utilizado para mantener nuestros fondos.
Los CFD operan en marcos temporales más cortos, pensado sobre todo para los traders con estrategias a corto plazo.
Una desventaja de los ETF es que es común que se expongan a ciertos sectores o a todo el mercado de acciones, pero en general no encuentran una selección de expertos en la cartera de activos subyacentes del ETF.
Bajo esta idea, los ETF de acciones son atractivos para inversores que pretendan operar sobre un sector que está “caliente”, ya que todas sus acciones relacionadas se verán afectadas.
Otra diferencia se encuentra en que los CFD pueden llegar a tener un mayor apalancamiento frente a los ETF, al ser productos derivados. Esto resulta peligroso si no se realiza un análisis a profundidad, ya que puede multiplicar fácilmente las pérdidas de capital.
Sin embargo, el trading de CFD es una excelente manera de acceder a una gama más amplia de diferentes mercados en todo el mundo utilizando una cuenta de un bróker.
Existen brokers regulados donde es posible operar a través de diversos instrumentos financieros, entre ellos los ETF y los CFD.
Entre los más representativos, en especial en el sector de los CFD, están Capital.com y Capex, ya que permiten operar una gran cantidad de activos a través de una plataforma intuitiva.
En estos brokers es posible invertir sobre los CFD de diversos ETFs de gran reconocimiento en diversos mercados. Para ello, debe seguir los siguientes pasos:
Decida cuántas acciones en ETF comprará
Entre en la página oficial del broker para operar a través de CFD de ETF.
Comience el proceso de registro.
Deberá proporcionar su nombre, dirección de correo electrónico y una contraseña.
Allí encontrará el submenú de ETFs
Como resultado, aparecerá información relativa al ETF y las diferentes opciones para invertir.
De allí solo deberá ir al botón “Invertir” y definir la cantidad, el Stop Loss, Take Profit y el Apalancamiento.
Al darle “Ejecutar” habrá abierto la operación y podrá hacerle seguimiento.
ADVERTENCIA: Debido a que los CFD son instrumentos complejos y están sujetos a apalancamiento presentan el gran riesgo de perder dinero rápidamente. De hecho, el 67 % de las cuentas de inversores minoristas pierden dinero cuando operan con CFD de este proveedor. Por tanto, antes de invertir, debe estar seguro de que comprende cómo funcionan los CFD y si está en grado de asumir el riesgo de perder su dinero.
Los ETFs son grupos de valores que se pueden comprar o vender dentro de la Bolsa, y que al igual que los CFD replican el movimiento de los activos subyacentes incluidos dentro de su cartera.
Cada circunstancia es diferente y debe analizarse a profundidad. Sin embargo, es importante conocer que los ETF de acciones son atractivos para inversores que pretendan operar sobre un sector que está “caliente”, mientras que los CFD son para operaciones más cortas y más específicas al momento en que se ejecuta. También puede invertir sobre CFD de algunos ETF.
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